Los fines de semana siempre me parecen tan cortos...
Especialmente los sábados, siempre estoy corriendo los sábados y no se como me alcanza el tiempo para todo.
Ayer fue especialmente apresurado, toda la mañana en otro de esos desayunos de negocios que terminan en muy poco de forma relevante, aunque debo admitir que me siento más tranquila... al menos no se cumplió lo que temía y supongo que eso me compra tiempo extra.
Después del desayuno que acabó a las 12 del día hubo sesión de fotos en la Sejuve. Que gracioso será si de verdad utilizan mi rostro como imagen del programa "Emprender", ¿podría eso llamarse precampaña? Ja ja. No se puede negar que resulte irónico. Aún cuando mi tarde fue divertida, pues siempre es divertido cuando estoy con todos esos locutores, el hecho de haber confirmado mis sospechas sobre otro asunto que me preocupaba me hizo pasar un rato agridulce.
Y de ahi el nombre de esta entrada: Decepción.
Que horrible sentimiento es la decepción, siempre he pensado que es un sentimiento egoista. Desde mi punto de vista la única manera de decepcionarse de alguien es haber estado esperando algo de esa persona y que no se cumpla. Por eso lo del egoismo. Jamás he sido una persona que se decepcione de otra gente porque yo no soy alguien que espere algo de nadie, para mi es mejor conocer a alguien tal cual y aceptarle como es, con sus errores y aciertos, que formarme una imagen 'ideal' de esa persona y estar esperando que cumpla mis expectativas. Si una persona me gusta me quedo, si no me gusta simplemente sigo caminando.
Aún asi, la mayoría de la gente suele imaginar situaciones ideales y prefabricadas sobre las que espera se adapten las situaciones de su vida: las madres se imaginan los futuros maravillosos de sus hijos, los hijos imaginan a sus parejas 'ideales' que serán maravillosas y perfectas y los amigos planean esas relaciones perfectas y holliwodenses. Y cuando inevitablemente la imperfección humana da al traste con dichos planes prefabricados la gente se siente decepcionada de aquellos que no cumplen sus expectativas.
Y yo simplemente pienso que el verdadero amor es incondicional. Siempre.
Y sigo sin comprender a aquellos que se atreven a decir "Te quiero... siempre y cuando..."
Vaya cinismo.
Pd. Me desespera tanto la gravedad del problema de ortografía de los jovenes de ahora. ¿Es de verdad posible que las nuevas generaciones ya no sean capaces de escribir con propiedad?
Quizá sólo sea que como comunicóloga le de tanta importancia a las palabras, pero es que a veces... a veces sobrepasa el límite. Confieso que jamás podré confiar en una persona incapaz de escribir correctamente, para mi es sinónimo de inmadurez y descuido. Me pregunto si sólo es un evento común en Infoánime. Espero que si, no quiero creer que todos los jóvenes escriben asi.
O, peor aún, los universitarios y estudiantes de comunicación.
-Juri-
domingo, 10 de enero de 2010
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